Lucía de Juan García nº de colegiada: M-23642 - C/ Olímpico Francisco Fernández Ochoa, 7 Alcorcón (Madrid)

Encanto y la cura del trauma transgeneracional

ENCANTO Y LA CURACIÓN DEL TRAUMA TRANSGENERACIONAL
 
Habéis visto la nueva peli de Disney “Encanto”? 
Aprovechamos estos días navideños para verla en familia. Me gusto mucho: la Colombia del realismo mágico, los colores, la música y la historia. 
 
Una historia de trauma transgeneracional y una protagonista, Mirabel, que como buena terapeuta con sus gafas verdes y su mirada curiosa, viene a desentrañarlo. 
 
Alerta de spoiler. 
 
La abuela y matriarca de la familia sufre violencia y persecución siendo joven. De ahí nace el trauma y a la vez la manera de volver a sentirse segura es a través de la creación de un pueblo rodeado de montañas y del legado de un don familiar que les hace especiales. Es su mito fundacional como familia. 
Lo que sirvió para mitigar el dolor del trauma y la pérdida se vuelve algo cada vez más rígido y asfixiante. 
 
Se pone sobre la mesa claramente la dicotomía familiar de pertenencia y exclusión. 
Tod@s queremos sentirnos parte de nuestra familia, pertenecer al grupo. La exclusión de la misma es dolor. 
 
Pertenecer a la familia Madrigal, como en toda familia, implica seguir las reglas familiares implícitas. 
Quien no las sigue queda excluido (como Bruno, no se habla de Bruno) y sirve de chivo expiatorio. 
 
La pertenencia a los Madrigal implica tener un don, cumplir las rígidas expectativas asignadas a ese rol-don (ser fuerte, perfecta…) y velar por la “armonia mágica” de la familia que guía la abuela con mano firme (aún cuando aparecen las grietas como síntoma). 
 
Que pasa si en una familia donde tod@s son encantadores un miembro nace sin don? 
Mirabel vive con el miedo constante a no pertenecer, a ser excluida. 
 
Pero el no tener don le permite tener un lugar privilegiado para la cura. Con sus gafas redondas puede ver más allá de los dones. Puede ir a la esencia individual de cada persona, a la búsqueda de su identidad, para luego volver a la familia, a lo relacional. Sentirse válido siendo quien cada un@ es. 
 
En ese viaje terapéutico de sanacion. Desentrañar los secretos familiares, tomar conciencia, entender la historia, romper con lo desadaptativo, recuperar la identidad como individuos para luego honrar la identidad como familia